tantas aguas que pasaron corriendo en retirada
y me olvido a veces que somos uno
que somos sólo uno
y me olvido de tus gritos siempre claros
más tarde se hará de día y, quizá,
amanecerás quebrada como un montón de filamentos luminosos
pequeños tentáculos retorciéndose sin pudor
espero que no
y nos cuesta respirar ahora
todo el verde de la tierra
por los pies, las raíces fluyen rápidas
y Gaia despierta lenta de su sueño:
no sé si temblamos o es el viento en los pulmones, agitado
ahora no.
Duermo y tiemblo
Duermo y tiemblo
Duermo y tiemblo y lo repito tres veces porque nueve sería exceso
pero son nueve
ya no espero la tormenta
tal vez me he vuelto un rayo agazapado.
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