viernes, 27 de mayo de 2011

Mácussen dane vaigen ho Várdemi

Mácussen dane vaigen ho Várdemi. Dane sa Yásunen, sa Golenen, sa Mennin vaigen. Swel togái ro sei sekúv taus, roi ande agá voráe stalewa uvín isó kyaru. Mácussen rakane ure Kúruvan, ure en Kuru, ya gya iné Lúwottar wérore, eté ma hod Guvá, sei duilláv ki baucév eirus mau Doiwe da eham. E ro Álseda, ce in telúr belfene Wétego, dac ro Álseda, ro eas; en deuro, edé ho Mákuni llatin, oi Kaitosal ci Kyones ag korá ea verda Meret ki Kulfún (Yásune, isó). Goe tos mel das nurewin, yodne vorde áwaren, mau Erfé lise ihicen agá deg Léirayu degin, isota Ante seitos vetrum me, eirus veteine atyé Wecu.

jueves, 26 de mayo de 2011

Mácussen dane vaigen ho Várdemi

A veces se me olvida este mundo. Se me olvidan sus gentes, sus gritos, las lágrimas. Mañana no viene tan seguro el camino, ni hoy y las puertas quizá ya estaban cerradas desde antes. A veces pienso en el aire, en ser viento entrando por los pulmones de todos, pero inmediatamente soy tierra, tan húmedo y quieto que los pies se me cansan. No es verdad que miro desde lejos el movimiento, no, no lo es; estoy aquí, tapado en esta manta, con frío en todas partes y arriba no hay nada más que cielo y nubes (gente, tal vez). Cuando me pasa así no queda más remedio que llorar, calentarme un poquito las manos y volver al río, a lo mejor el sol me queme tanto que vuele evaporado.

domingo, 15 de mayo de 2011

Η καρδιά

Del mar y las aguas
tantas aguas que pasaron corriendo en retirada
y me olvido a veces que somos uno
que somos sólo uno
y me olvido de tus gritos siempre claros

más tarde se hará de día y, quizá,
amanecerás quebrada como un montón de filamentos luminosos
pequeños tentáculos retorciéndose sin pudor

espero que no


y nos cuesta respirar ahora
todo el verde de la tierra
por los pies, las raíces fluyen rápidas
y Gaia despierta lenta de su sueño:
no sé si temblamos o es el viento en los pulmones, agitado
ahora no.

Duermo y tiemblo
Duermo y tiemblo
Duermo y tiemblo y lo repito tres veces porque nueve sería exceso
pero son nueve

ya no espero la tormenta
tal vez me he vuelto un rayo agazapado.