Así de húmedos los restos de vida que guardamos en el cuerpo
somos caracoles siameses entre las flores
nos une algo más que las consonantes
algo más que la piel, que los besos, que las silabas a medio tragar.
Así de dormidos nuestros ojos
así, múltiples en el infinito
los hilos que nos sostienen nunca nos aman
no, nunca nos tocan las corneas
no, pero bajo la tierra soñamos contentos
y con la lengua atornillamos la grava.
Lo he leído como treinta veces y sigo sin absorverlo, sin aguantar el "no" que corta todo y sin poder dejarlo de lado o aprendérmelo de memoria; la solución quizá sea comentarlo.
ResponderEliminarEscribes Bellísimo, hay una muy buena semilla en tu Espíritu.
ResponderEliminarSigue sembrando así toda tu vida,tu cosecha te va a dar grandes y buenos frutos de 1ª calidad.
Mariela
y después deja tu semilla (semillita) encargada a otro árbol (arbolito) y sigue así...
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